El histórico conducto pasará a manos de la UPR,
tras la firma de un contrato por el licenciado Antonio García Padilla,
presidente de la institución; el ingeniero Jorge Rodríguez Ruiz, director
ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados; y el licenciado
Fernando Lloveras San Miguel, director Ejecutivo del Fideicomiso de Conservación
de Puerto Rico, institución a la cual UPR cederá, a su vez, dichos terrenos
para que proceda a la restauración del acueducto.
Ya restaurado, formará parte de la oferta de distracción y cultura que le
brindará a estudiosos y a visitantes el Jardín Botánico de la Universidad.
En el acuerdo, UPR y AAA explican que el 26 de agosto de 1846, la Corona de España
ordenó la construcción de un sistema de acueducto para la Ciudad de San Juan
de Puerto Rico, obra que se completó entre 1896 y 1900 e incluyó un cuarto de
máquinas, una casa para empleados y dos tanques abiertos de agua. La chimenea y
el cuarto de máquinas están todavía intactos.
Igualmente, el acueducto es una de las principales piezas de ingeniería civil
del Siglo 19 puertorriqueño y su ubicación próxima a la Estación Cupey del
Tren Urbano y dentro de los terrenos del Jardín Botánico, lo hacen fácilmente
accesible al disfrute de la comunidad.
Según el contrato, el Banco de Fomento amplió la capacidad financiera del
Fideicomiso, de manera que pueda abordar los trabajos de tan importante proyecto.
García Padilla consignó su satisfacción por el acuerdo, mientras indicó que
"para la Universidad de Puerto Rico la restauración del Acueducto Histórico
tiene muchos significados de importancia".
El Presidente de UPR mencionó en primer lugar que el mismo completa la oferta
cultural, técnica y científica del Jardín Botánico. "Hasta el momento,
el Acueducto Histórico, que tanto tiene que ofrecer a visitantes como a
estudiosos, permanece al margen de la vida del Jardín", explicó.
"En segundo término, el Acueducto Histórico es una de las grandes obras
de nuestra ingeniería civil del Siglo 19. La Universidad es el motor que ha
impulsado, a través de sus programas de ingeniería, el desarrollo de la
ingeniería puertorriqueña. De ahí que para la Universidad sea importante el
hacer accesible a todos los puertorriqueños, estudiosos de la ingeniería y
legos en esa materia, un hito de nuestro desarrollo infraestructural y técnico
que permanece escondido hasta el momento", agregó.
El licenciado García Padilla destacó además, que más allá que una obra de
ingeniería civil importante, "el Acueducto Histórico es una buena
convocatoria para los universitarios interesados en la arquitectura, la historia,
el urbanismo, el desarrollo económico de Puerto Rico, la salud pública, la
ecología, la hidrografía y tantas otras disciplinas del saber".
Por su parte, el Director Ejecutivo de la AAA consignó que "para la
Autoridad, este proyecto ha sido ocasión de contribuir a la expansión del
conocimiento y de la cultura de los puertorriqueños sobre las bases de la obra
de provisión de agua, que hoy tiene a su cargo la AAA. Aquí se encuentra la
cuna de nuestra infraestructura de acueductos. Se entenderá mejor nuestro
caminar, cuando pongamos ante al país los detalles de este fascinante primer
paso".
Lloveras, por otro lado, expresó que la obra del Fideicomiso se impulsa
grandemente con este proyecto.
"Además de brindarnos la oportunidad de enfatizar en la importancia del
agua como recurso, este es el primer proyecto de carácter educativo para la
conservación de un recurso natural en el área metropolitana. La restauración
del Acueducto Histórico junto al Jardín Botánico constituye también nuestro
primer proyecto de restauración de instalaciones de infraestructura para el
servicio comunitario", concluyó.
23/08/2005