La reliquia
desaparecida hacia 400
años fue
encontrada por el Padre Heinrich Pfeiffer, sacerdote jesuita. Este en profesor de Historia del Arte Cristiano
en la Universidad Gregoriana del Vaticano, Roma.
Según la leyenda cristiana,una
mujer piadosa llamada Verónica llevó a Jesús un manto de lino
al lugar donde estaba crucificado,para secarle el rostro del sucio, sangre y el
sudor. Cuando Jesús le devolvió el paño a la mujer, había aparecido la imagen de su
rostro impreso en la tela. Este acto de piedad se conmemora
en la sexta estación del vía crucis en la Iglesia Católica Romana.
Del análisis hecho por el
profesor Donato Vittore, De la Universidad de Bari, desprende que
la imagen no procede e ninguana pintura conocida ,todavía no se
sabe que material formó la imagen de Cristo, pero es el del color de la sangre. El paño está moteado de pequeños agujeros ,
que pueden haber sido formados por la corona de espinas de Jesús.
El Manto de la Verónica se
veneró por primera vez en Jerusalén y apareció en Roma en el 705
, el Papa Juan VII lo colocó en una capilla especial. La reliquia
desa pareció cuando aparentemente fue robada del Vaticano en 608 y
vendida a un noble, el cual lo envió al padre superior de un monasterio en el pueblo de
Manopello. En 1618 los monjes capuchinos pusieron la relíquia
empapada entre dos láminas de cristal con un marco de nogal adornado con oro y
plata. Así fue como se en contró actualmente.Yacía olividado en el
monasterios.
Aún se continuan las investigaciones al respecto.
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