"Artista
, Pintor Residente de la Universidad de Puerto Rico, en Huamcao. Sus
educadores, Felix Bonilla. Norat. Osisir Delgado y L. Hernández, han
sido garantía de excelencia artística en sus funciones como pintor.
Daniel ha
caracterizado el desarrollo de su idioma plástico donde la fantasía,
realidades y experiencias trascendentales van tomado de las manos.
En su inmenso creativo. los mixtos conviven con las actividades
cotidianas, esa
cohabitación del individuo y sus obras es un factor existencial
innegable. Sin embargo el poder de extraer de lo profundo del ser
evidencias de esa parte esencial de sus vivencias es una función por
la cual podemos diferenciar el gran arte.
En su trabajo se
encuentran tendencias marcadas a extraer de las personas que encuentra a
diario, caracterísitcas que lo identifican de las divinidades
legendarias del Obispo afroantillano. De alli surjen las presencias de
su personajes que a veces parecen cristalinos y en otras gelatinosas. De
esta manea el artista hace ver simultaneamente lo efímero de la
realidad y su potencial de trascendencia.
Toques
espectrales
El pintor explota el potencial lumínico de los colores. Ese recurso
le permite contraproponer luces, el punto que otorga a lo corporeo tipo
de traslucencia propia que quienes encuentran en trances
transfigurativos. Resulta notable como origina una óptica donde los
resplandores pugnan por absorber lo volumétrico para integrarlo al
espacio.
Advertimos como el
juego de fulgores provenientes del espectro cromático transforma todo
el espacio. Permite al observador profundizar en los estratos
preparatorios del cuadro. Incita además acercarse a las
manifestaciones espirituales que entran en función cuando lo místico y
onírico sin confabularse para conducir el espectador a los dominios de
lo paranormal.
Sus atmósferas
revelan liquidez donde sus personajes aparentan mantenerse en un estado
a fin al existente en la matriz donde se genera la vida. Esos fluidos
difunden un clima que aparenta ser el claustro materno. El presentar
retos reproductivos repite ese proceso al resaltar una continuidad cuyo
denominador común es la procreación.
Otro aspecto
evidente en el lienzo son el desplazamiento danzante de sus elencos,
cuya evoluciones rítmicas paracen responde a proyecciones en camara
lenta. En algunos casos se advierten desdoblamientos poseedores de
presencias incandecentes.
Por José A Perez
Ruiz
10 marzo 2001
Escenario
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