Don Reinaldo Espinosa
aspira a revivir el tiempo en que junto a sus padres vivía en casa de
madera, como aparecen en las estampas criollas del jíbaro
puertorriqueño.
Le tomó 12 años para lograrlo; edificó una réplica de una casona de
época en el tope de las montañas en el barrio Aibonito de Hatillo.
La casona se compone de cuatro
habitaciones, fue construida con 24 tipos de maderas diferentes, tales
como roble, cedro, artegón, algarrobo. guaragua. aguacate, panpén,
china y teca.
En las afueras de la casa se
obervan algunas piezas de las que utilizaban en las centrales azucareras
, que Espinosa ha coleccionado a través de los años. Hay una grua de
las que se usaban para levantar la caña, carretas que eran haladas por
bueyes y algunas piezas en metal que tiene alrededor de 100 años.
Ya dentro de la Hacienda, se pisan
algunos ladrillos que usaron los españoles para construir residencias
ene el área de la Puntilla, en Arecibo. Espinosa los consiguió luego
de que el municipio arecibeño clasificara algunas edificaciones
antiguas como estorbo público y las derrumbara.
Estos ladrillos, que forman parte
de algunas de las piezas antiguas de la casona, se encuentran en las
aceras, garaje y los fogones de cocinar. En el garaje guarda una segueta
de las que usaban a principio del siglo pasado para cortar carnes, potes
en cristal de aguardar aceite para autos, un timbre de una Escuela de
Mayaguez y los faroles con que se alumbraban las calles cuando no había
servicio eléctrico.
Tiene Espinosa un ataud en el
garaje, donde celebró un velorio con chocolate y quesitos. Había
ron caña y cervezas , él hizo una promesa que una vez al mes se
acuesta media hora a descanzar. Este será su ataud al día de su muerte.
según el cita.
Continuando el recorrido por la
Hacienda, se puede observar un aljibe, cuyas piezas tienen 200 años. En
el patio tiene además "una pluma de tiempo" donde la gente
iba a buscar agua en los caminos. Se observa además una barraca o
tormentera las que se usaban para pasar los huracanes.
En el patio hay un gazebo en el
que se encuentra uno de los dos fogones para cocinar. También hay
envases que se usaban para echar la leche al ordeñar las vacas y una
lonchera antigua.
En el área de la cocina se
encuentran dos fogones para cocinar. Allí hay un conjunto de neveras,
marca Frigidaire, estufa Marlboro Universal. Hay dos fregaderos y
vajilla en porcelana, entre otras antiguedades. Desde la cocina se
divisa una pequeña tiendita, que hizo Espinosa, donde tiene velloneras,
radios y una caja regsitradora. La reliquia más importante es un libro
de transacciones bancarias del Banco de Ponce para el 1927. De todos los
artículos de colección el que más atesora es un nacimiento restaurado
que ha pasado por cuatro generaciones de la familia.
Espinosa además de continuar
coleccionando artículos se dedica a atender las personas que lo visitan
. Sobre todo le gusta cuando los jovenes le preguntas de los artículos
de colección.
La Hacienda es arrendada a
aquellas familias que interesan pasar un fin de semana en el campo,
dormir con puertas abiertas y concinar en un fogón . Cobra $3.00 la
entrada cuando no está alquilada y permite las visitas sábados y
domingos Para reservaciones (787)-898-7892.
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