La Casa Grande, en Castañer, que fue una de las haciendas cafetaleras más importantes de Puerto Rico, se deteriora aceleradamente, por lo que residentes de este poblado y del municipio de Lares reclaman que se restaure antes de que se convierta en un estorbo público.

José Antonio Rivera, portavoz del grupo Caminantes de Castañer, indicó que es imprescindible que el Municipio, que es propietario de la estructura, procure su pronta rehabilitación y que la convierta en un museo del café, debido a la tradición de esta hacienda.

“Estamos organizándonos para, de alguna forma, restaurarla o reconstruirla, dependiendo de lo que sea más viable”, agregó. 

El portavoz del grupo dijo que hay otras organizaciones que también buscan la protección y rehabilitación de la Casa Grande y mantienen una página en Facebook para recabar apoyo.

En tanto, el investigador cultural lareño, Alexis Morales Cales, reconoció que hay residentes de Castañer que quisieran que la casa se destruyera porque para ellos simboliza el recuerdo de una época de persecución política y castigo cruel a los trabajadores. 

“Fue la hacienda cafetalera más grande en la época de oro del café, porque llegó a tener 3,000 cuerdas de terreno entre los pueblos de Adjuntas, Yauco, Lares y Maricao”, dijo Morales Cales. “Es importante porque también simboliza o ayuda a explicar el dominio de los hacendados, sobre todo mallorquines, cómo se convertían en dictadores y el terror de la zona”, agregó. 

El también músico y folklorista señaló que en la década de los 90 se inició un proyecto para la reconstrucción de la Casa Grande en el que el Instituto de Cultura Puertorriqueña tomó parte y recomendó un trabajo en colaboración con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales para procurar la madera del país necesaria para devolver la estructura a su estado original.

Aunque el proyecto recibió una asignación de alrededor de $90,000, a través de la Asamblea Legislativa, el dinero retornó al fondo general porque no se le dio seguimiento a la obra.

“La base del proyecto es el plano y el plano completo de la casa está disponible desde los 90 en el Instituto de Cultura”, mencionó Morales Cales. 

Tanto Morales Cales como Rivera dijeron que han escuchado rumores, no confirmados, de que el Municipio derribaría la estructura. De todas maneras, señalaron que aunque no se derrumbe, si no se reestructura, la casa llegará a tal deterioro que sería irreparable y por lo tanto, por razones de seguridad, tendrían que demolerla.

El alcalde de Lares, Roberto Pagán, y el director ejecutivo de la Zona Especial de Castañer, Miguel Soto Miró, descartaron que se vaya a demoler la Casa Grande.

“Esto es el rumor de un grupo político que trata de hacer daño”, reaccionó el Alcalde. “No cabe en la cabeza de nadie que en año de elecciones vamos a demoler aquello”, afirmó.

Pagán sostuvo “nuestra prioridad ahora es viviendas para gente que las resida, aunque reconocemos que la Casa Grande tiene un valor histórico y nuestro interés es restaurarla”.

Mientras, Soto Miró dijo que recientemente llevó al poblado al arquitecto retirado Antonio Miró Montilla, quien les informó que la rehabilitación de esta estructura es un trabajo costoso.