Por Benjamín
Morales Meléndez
"Gracias Don Cholito, por enseñareme a reir!
A su nombre le brindo mi más sonora carcajada.
!QUE BUENO ERA!
Cuando pienso en José
Miguel Agrelot no puedo hacer otra cosa que reír y sentirme feliz.
Se supone que su muerte me llene de pena y me acaricie la nostalgia.
Pero confieso que no es así.
"Don Cholito",
como siempre lo llamé y como la mayoría de mis contemporáneos en los
tempranos 30 lo conocemos. fue una figura determianate para varias
generaciones de puetorriqueños, porque su espiritu jocoso y su alegre
perspectiva de la vida colaboraron en formar sentido del humor colectivo
que tanto nos distingue.
Conozco a Don Cholito desde
que tengo uso de razón. Vi sus programas hasta que se hizo viejo y el
maldito y novedoso raiting lo sacó de la televisión.
Recuerdo que cuando era
niño siempre iba a la casa de mi abuela a la hora del almuerzo. Allí sentados religiosamente frente al televisor,
disfrutaba junto a mis hermanas y mis primos de la rica cocina de Mamá
Lolita, la que estaba muy bien aderezada por los chistes de "Encabulla
y vuelve y tira," su programa de televisión.
Sus historia del "tubo
que chupa", las peripecias de "Torito", la famosa
frase "Joaquín pillo!" y el pelo recuelto de "Mario
Trauma", me hacían reir hasta caer al suelo. !Qu bueno era!
En una ocasión venía un
huracán a darnos duro. Creo que era "David "o
"Federico". Estaba yo sentado en casa de mi abuela y Don Cholito
aseguraba que el "tubo que chupa" se iba a tragar ea los
huracanes. Yo me lo creí. Esa tarde les aseguré a mi papá que los
huracanes no vendrían, porque Don Cholito lo había dicho y "el tubo
que chupa". se los trgaaría. Mi padre sonrió pícarmente y yo hoy.
casi 25 años después, entendí porque lo hizo.
Anoche, cuando me enteré
de su muerte,no pude hacer otra cosa que sonreír e imitar su frase más
famosa "Encabulla y vuelve y tiiiira!. También imaginé su cara tan
redonda y sonriente como siempre. Me sentí satisfecho por él, porque
creo que fue una persona que cumplió su cometido con el país, que nos
hizo reír en los momentos más duros y que hizo comprender a varias
generaciones que la risa es la mejor medicina para el alma.
!Gracias, Don Cholito, por enseñarme a reir! A su nombre le brindo mi
más sonora carcajada.
Benjamín
Morales Meléndez
Primera Hora
1-30-04
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