Expertos han intentado reproducir la mariposa Atlantea tulita fuera de su hábitat, pero no ha sido posible, ya que al sacarla muere casi
instantáneamen-te, mencionó Javier Biaggi
Ya se ven muy poco por los campos de nuestra
isla. A veces, algunas con alas amarillas se dejan observar por ojos curiosos que se sorprenden de que
aún, con tanta contaminación y construcciones, puedan sobrevivir a tantos
cambios.
Pero hay uno de estos insectos que lucha por sobrevivir y que es un
comelón.
Aunque su nombre científico es Atlantea tulita, muchos, orgullosos de su
existencia, la llaman quebradillana, precisamente porque fue en la Ciudad del Pirata donde la
descubrieron, y es allí donde se ha probado que existen varias
colonias.
A la quebradillana se le considera una mariposa especialista porque pone los huevos en la planta Oplonia spinosa y las orugas sólo se alimentan de las hojas de esa
planta.
“Cuando eclosionan, ellas van alimentándose de la parte tierna de la hoja y a medida que van endureciendo las
mandíbulas, van entonces comiendo del rostro de las hojas hasta que la pelan
completa. Es por eso que decimos que es tremendamente comelona esta mariposita”, explicó Javier
Biaggi, estudioso del tema y reconocido ambientalista e historiador
arecibeño.
Todo el ciclo vital de ella ocurre en la planta, continuó.
“O sea, el huevo, larva, la pupa hasta que nace mariposa. Ya como mariposa, ella entonces se alimenta del coctel de flores que existe en el área”, detalló el también voluntario del Sierra Club.
La Oplonia spinosa es un arbusto trepador con espinas en la base de sus hojas
pequeñas, que es muy común en el parque El Merendero, no así en otras partes de la
Isla.
“No en todos los lugares donde está la planta está la mariposa, pero la Atlantea tulita no puede estar sin ella”, aseguró
Biaggi.
“Aquí es donde está la población más grande que existe ahora mismo en Puerto Rico”,
agregó.
El parque El Merendero, de Guajataca, está dentro de la formación geológica conocida como el karso norteño
(entre Aguadilla y Loíza), que cubre más de una tercera parte del territorio
isleño.
Esta región posee la biodiversidad más alta en todo Puerto Rico y hay más de 1,300 especies de plantas y
animales.
Además, el karso es un hábitat excelente para la mayoría de las especies nativas y
endémicas, incluyendo unas 30 que están en peligro de
extinción, como lo es la quebradillana, que de hecho, es el único insecto en peligro de
extinción, según el Departamento de Recursos Naturales y
Ambientales.
En peligro
A pesar de su importancia, varios proyectos propuestos para la zona amenazan con fragmentar el hábitat crítico de la Atlantea
tulita.
Si eso ocurre, sostuvo Biaggi, “la extinción sería más rápida que si acabáramos con la mariposa directamente”.
Las construcciones limitarían de igual forma la siembra de Oplonia
spinosa.
El hábitat crítico de la quebradillana se extiende –aproximadamente– desde el barrio Coto
(cerca del túnel de Guajataca), pasando por el cañón del río Guajataca y por todo el litoral de la carretera PR-2, hasta el límite con el municipio de
Camuy.
Por otro lado, sacar la mariposa de su hábitat no es posible, dijo Ernesto
Estremera, presidente de Liga Ecológica Quebradillana, Inc., ya que han probado que al sacarlas del
área, “éstas mueren casi instantáneamente”.
“Las larvas que se han sacado de aquí para reproducirlas y
observarlas, comen dos o tres días y se mueren. Los huevitos nacen y están un tiempito muy bien y de momento les da un patatús y se mueren”, abundó
Biaggi.
Es debido a esta fragilidad –y compenetración de la planta y la mariposa– que Biaggi y Estremera hicieron un llamado a no intervenir con estas
especies. “Si se sacan de su hábitat estamos atentando contra la vida de ellas”, sentenció
Biaggi.
jueves, 27 de enero de 2011
Brenda Estrada / Para Primera Hora
La
evolución convergente en mariposas
Huella boricua en hallazgo
Profesor de la UPR participa en solución a problema evolutivo en mariposas
Diversas especies de mariposas sin ningún tipo de relación entre ellas comparten características genéticas y físicas similares. (Archivo)El Nuevo Día
Un grupo de investigadores, entre los que figura el profesor del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, Riccardo Papa, lograron resolver parte del misterio científico de 150 años que se esconde detrás de la convergencia evolutiva de las especies.
El grupo liderado por Robert Reed, profesor de Ecología en la Universidad de California Irvine (UC Irvine), se dio a la tarea, hace 10 años, de estudiar a las mariposas y el proceso de convergencia evolutiva de éstas.
La convergencia evolutiva es un fenómeno evolutivo por el que organismos diferentes, relativamente alejados evolutivamente, tienden, bajo presiones ambientales equivalentes, a desarrollar en su evolución características (morfológicas, fisiológicas, etológicas, etc.) semejantes.
Uno de los ejemplos más conocido de esta conducta es cómo mariposas venenosas de diversas especies, evolucionan para imitar los patrones de colores entre sus pares, causando así un efecto de defensa sobre sus depredadores.
La investigación arrojó que el gen llamado “optix” es el responsable del patrón de color rojo en las alas de algunas mariposas. Este gen, permite que genéticamente las mariposas de diversas especies y no relacionadas evolutivamente mimeticen el color, a lo largo de diversas generaciones, lo que les sirve para su supervivencia.
“Este es nuestro primer descubrimiento de cómo se da el mimetismo y la convergencia evolutiva a nivel genético. Descubrimos que el mismo gen controla la evolución de los patrones de colores rojos en mariposas, cuyas especies están lejanamente parecidas o relacionadas.
Este descubrimiento va en la línea de la evidencia emergente que demuestra que la evolución de varias especies de animales está gobernada por un grupo pequeño de genes. Al parecer sólo un minúsculo grupo de genomas están a cargo de la evolución una y otra vez, de sobre 10 mil que existen”, explicó Reed en una publicación del portal de la UC Irving.
Expresiones genéticas
Para lograr los resultados obtenidos, los científicos pasaron años cruzando y criando las mariposas en un mariposario, lo que les permitió trazar el mapa de los genes que controlan los patrones de color de estos insectos.
El doctor Papa, quien es Catedrático del Departamento de Biología del Recinto de Río Piedras, perfeccionó la técnica de análisis del mapa de genomas, localizando expresiones genéticas específicas en alas de mariposas micro disecadas.
La técnica empleada por Papa, permitió descubrir una fuerte correlación entre los patrones de color rojo y las expresiones genéticas en una pequeña región del genoma de las mariposas; lo que a su vez, permitió descubrir el hecho de que un minúsculo grupo de genes son los que están a cargo de la evolución de las especies.
En el caso de las mariposas, se reveló que diversas especies sin ningún tipo de relación entre ellas comparten características genéticas y físicas similares. Asimismo, se hicieron hallazgos claros sobre la convergencia evolutiva.
El estudio completo fue publicado en la versión en línea de la revista Science, edición del pasado julio.
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