Uno de los proyectos astronómicos más importantes del siglo XXI y
probablemente de la historia, el radiotelescopio ALMA, localizado a 5.000 metros de altitud en el desierto de Atacama,
empezará a operar en Chile.
Esta semana instalaron la antena 16 de las 66 que tendrá el telescopio y cuando esté terminado en 2013,
será capaz de proporcionar una visión sin precedentes del origen de los planetas, las estrellas,
las galaxias e incluso del universo mismo, mediante la observación del frío gas molecular y el
polvo en la Vía Láctea y más allá, así como de la radiación de fondo dejada por el Big Bang,
publica BBC Mundo.
A pesar de que el ALMA seguirá en construcción los próximos dos años, el conjunto de 16 antenas que
ya está disponible sobrepasa la capacidad de otros telescopios de su tipo y ya puede comenzar a operar.
"No hay nada mágico en la antena número 16, pero lo que se gana en sensibilidad es enorme, por lo que
sería una pena no empezar ya a realizar observaciones con el
ALMA", explicó el doctor John Richer, de
la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
El ALMA (Atacama Large Millimeter/ submillimeter Array) es fruto de un proyecto de cooperación de Europa,
Asia Oriental, Norteamérica y el propio Chile.
Las antenas de 12 metros de diámetro del telescopio y sus sistemas de recepción se fabrican por todo
el mundo antes de ser enviados al desierto de Atacama.
Para llevar las antenas a su lugar de instalación en el llano de Chajnantor, son necesarios camiones
de 28 ruedas, en los que los conductores viajan en cabinas que cuentan con suministro de oxigeno para
soportar la altitud.
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