El escudo de Sabana Grande contiene los elementos que representan simbólicamente a los patrones de del pueblo. 

El rastrillo y la pala representan a San Isidro Labrador, también patrón de Madrid. Se cree que su representación surgió debido a la fe que tenían los labradores de la antigua campiña sabaneña. Cuando las grandes sequías les azotaban, enviaban promesas con la esperanza de que el patrón les salvara las cosechas. 

La jarra simboliza las faenas domésticas de Santa María de la Cabeza, mujer de San Isidro. Hacia el centro encontramos la hoja de la palma de petate como símbolo de una industria típica de este pueblo. 

En la parte superior encabeza el escudo la corona mural que, como símbolo de solidaridad, unión cívica y defensa común, es el tributo heráldico con que se timbran los escudos de los pueblos. Los colores que contiene el escudo son los que encierran la tradición del pueblo: el oro y el verde. Finalmente, 

El lema del escudo, Pueblo de los Prodigios, trae a la memoria la tradición de un pueblo donde han ocurrido numerosos sucesos de carácter misterioso, extraordinario e histórico. 

Clima: La temperatura varía por temporadas o estaciones del año entre los 70 y 80 grados F. Los vientos son constantes y su movimiento normal es de este-sureste. La lluvia, usualmente, es abundante durante los meses de abril a noviembre y escasa, de diciembre a marzo, con una precipitación de 56" como promedio anual. 

Topografía: Esta situado en la región geográfica denominada llanura de Sabana Grande. El relieve es medianamente montañoso por el norte, en la parte más septentrional de los barrios Santana y Tabonuco, pues entre ellos y el municipio de Maricao corre la Cordillera Central. 

Hidrografía: Sabana Grande está regado por el río Guanajibo y varios de sus afluentes; los ríos Grande, el Coco, el Cruces, el Flores Río Loco y las quebradas Culebra, Honda y Agustina. 

Industrias predominantes: Agricultura (azúcar y frutos menores y ganadería en menor escala) y manufactura (elaboración de instrumentos científicos y productos químicos, textiles y de madera). 

Antes de 1808 existía en Sabana Grande Arriba (barrio de San Germán) una comunidad con ermita propia, dependía de la parroquia de San Germán. No hay fecha exacta de su fundación, pero existe un acta levantada en San Germán en el 1813 sobre la organización de la Junta Electoral de Parroquia y que demuestra que para esa fecha ya el pueblo estaba fundado.
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 Se originó este pueblo del barrio de Sabana Grande de San Germán, para el 1830. Tenía 4,013 habitantes en 1813 , que incluía 172 esclavos. En el pueblo había 17 casas 462 bohíos. Evidencia clara de que en aquellos tiempos la gran mayoría de la población vivía regada por las estancias y montes dedicados ala agricultura y ganadería. Había en su territorio también 2 tiendas y 12 ventorrillos. Para el 1815 tenía Casa del Rey, en 1829 logró tener cementerio y para el 1844 se terminó de construir la iglesia parroquial en mampostería. En 1856 sufrió los embates de la epidemia del cólera morbo. En 1867 sintió los remezones de los temblores ocurridos ese año. Cuando la fundación del Partido Autonomista en Ponce en 1887 Sabana Grande fue representada en el acto por el Dr. Félix Tío y por Don José Ramón Gaztambide. Durante este siglo la población de este pueblo creció muy lentamente. Para el año 1940 tenía 14,146 habitantes.

Apariencia actual del Pozo 
"El día 23 de abril de 1953 apareció la Virgen del Rosario en el Barrio Rincón de Sabana Grande. Eran las 11:00 de la mañana cuando Juan Ángel y otro estudiante fueron a buscar agua al pozo para el uso de nosotros en la escuela. El pozo estaba situado en medio de un cañaveral y por un estrecho caminito se llegaba hasta él.

Juan Ángel nos invitó el segundo día al pozo porque el día anterior había visto una joven hermosa parada en una nube. Entonces fue cuando Isidra y yo vimos a la joven. Tenía una cara bien bonita, un perfil precioso, un pelo con unos rizos color "browncito" claro, su piel era suave, ni blanca ni trigueña. Tenía como un bronceado. Vestía un traje blanco, un broche que le abotonaba, un manto azul sobre su cabeza, un cinturón en su cintura. Entre sus manos traía un rosario, sobre su cabeza una corona de estrellas (7 estrellas que más tarde le contamos cuando Ella nos visitó en la escuela).

El tercer día, que era sábado, no teníamos que ir a la escuela, pero tuve unos deseos de ir al pozo. Como yo sólo tenía 7 años, mi papá nos llevó a Isidra y a mí. Por el camino nos encontramos con Juan Ángel que también había tenido la misma inquietud que yo.

Ya todo el barrio se había enterado de lo sucedido y nos acompañaron. Allí de nuevo estaba la joven hermosa. Estaba sobre una nube y es cuando entonces baja de la nube y camina hacia donde estábamos nosotros y nos dice: "No tengan miedo, soy la Virgen del Rosario". Se nos queda mirando, subió la lomita y desaparece.

El cuarto día, domingo, también visitamos el lugar de la aparición, acompañadas por nuestro padre. La Virgen se presenta con su misma vestimenta. Ya para ese día había más personas del pueblo para averiguar lo que estaba sucediendo en el pozo. Ellos querían saber más sobre la aparición de la Virgen y no se cansaban de preguntarnos cada detalle sobre Ella.

El niño Francisco Rosa se sanó de parálisis al tomaragua del Pozo de la Virgen. (Periódico El Imparcial) 

¿Que cómo era, qué quería, si habló, y si habló, qué dijo? Bueno, en fin, eran tantas las cosas que querían saber que para que no preguntaran más, le pregunté; volví y le hice la pregunta: "¿Que quién es usted y qué desea?", por la insistencia de la gente. Ella me dice: "Soy la Virgen del Rosario y lo que quiero es que recen por la paz del mundo y la conversión de los pecadores". Muchos se asustaron, otros se quedaron como si nada.

La maestra nos prohibió visitar el pozo con el propósito de continuar las clases, debido a la gran multitud de personas que, enteradas del gran acontecimiento, visitaron el lugar. Esto hacía casi imposible la tarea escolar.

Al quinto día, la Santísima Virgen caminó del pozo a la escuela, entrando y sentándose en la silla de la maestra. Se lo dijimos a doña Josefa, que Ella estaba sentada en su silla. Todos los niños se quedaron quietecitos y la maestra decía que ella sentía algo raro en su interior.

En el salón de clase la Virgen hizo el papel de maestra. Nos preguntaba lo que tenía en la cabeza; nosotros le decíamos que era una corona de siete estrellas, y se las contábamos. Así fue como Ella empezó a hablarnos y nosotros a tener confianza y le hablábamos también.

De lo que sucedió en el resto de los días hasta el 25 de mayo, le puedo contar algunas cosas, pero no puedo decir el día exacto que sucedió, porque yo era muy pequeña y hay muchas cosas que no recuerdo.

Un día, estando la Virgen en la escuela nos dijo que le lleváramos flores blancas. Al no encontrar flores blancas le llevamos rojas. Al colocárselas en la falda se pusieron rápidamente marchitas. Esto que sucedió no sólo lo vimos nosotros, los videntes, sino también las personas que se encontraban mirando por las ventanas del salón de clase. Para mí eso fue el primer milagro que hizo para demostrarle al pueblo su presencia.

Por ejemplo, un día, estando la Virgen en el salón de clases con todos nosotros, se me acerca un señor grande y grueso. Me pregunta dónde estaba la Virgen. Yo le señalaba el sitio. Le decía: "Allí está, ¿no la ve?" El me contestó que no, y dijo: "Pero si está allí, pregúntale dónde está mi mamá, que vine con ella y se me ha perdido entre tanta gente". La Virgen me contestó: "Dile a ese señor que su mamá hace tiempo que murió y está en el cielo". Al comunicárselo, me cogió en sus brazos y me sacó de la escuela. Más tarde me enteré que era un sacerdote y que lo había hecho para ver si era verdad que la Virgen estaba en la escuela.

Otro día en la misma escuela fue una supervisora, para chequear a la maestra y al entrar le dijimos que la Virgen estaba sentada en la silla de la maestra, entonces la supervisora se sorprendió y dijo: "¿Qué?", y nosotros le señalábamos para la silla. Ella nos dice: "Pues voy a ver si es verdad". No se llegó a sentar, solamente lo intentó, cuando de pronto cayó al piso.

La sacaron de la escuela y se la llevaron para el hospital. Todo esto eran pruebas que la Virgen quería mostrarle a todas esas personas incrédulas.

La Virgen bajó al pozo, le echó la bendición y dijo que la persona que usara el agua con fe, si tenía alguna dolama o enfermedad, se podía curar. Entonces fue que comenzaron a coger el agua para usarla las miles de personas que acudían al pozo de Sabana Grande. Ocurrieron curaciones con el propósito de la Virgen de dar testimonio de su presencia real en el apartado lugar de nuestra Isla del Encanto.

También las personas me daban rosarios y medallas para que la Santísima Virgen los bendijera.

Como ya la Virgen nos había visitado en la escuela y era imposible bregar con tanta gente, las autoridades escolares nos dejaron en libertad para ir al pozo. Entonces la Virgen caminaba con nosotros del pozo a la escuela, e inclusive, llegamos a ir al pueblo.

La Virgen pidió que rezáramos por la paz del mundo y por la conversión de los pecadores. Nos pidió que se le rezaran siete rosarios diarios en el lugar. Desde esa época se están rezando. También nos dijo que se le construyera una capilla para que las personas pudieran orar.

La Santísima Virgen dejó siete mensajes en pergaminos, de los cuales tres se han dado a la luz pública. Juan Ángel es quien conoce los mensajes y es el encargado de llevarlos al mundo.

El último día, yo recuerdo que un policía me cogió y me sacó de la gran concentración de personas y no supe cuando la Virgen se fue. Seguí visitando el lugar, porque para mí ella iba a regresar".

El niño Francisco Rosa se sanó de parálisis al tomar
agua del Pozo de la Virgen. (Periódico El Imparcial

HIMNO

Por: Raúl A. Torres Irizarry
Elpidio Montalvo